martes, 23 de septiembre de 2014

¡Ha entrado en shock! ¡Pedid una ambulancia!

Aunque pueda resultar previsible el caso relevante que más me impactó de la serie épica de HBO fue la famosa (y ya histórica) "Boda Roja". 

Como la mayoría de los fans de la serie me acuerdo del momento y el lugar donde ví el impactante capítulo nueve de la tercera temporada: "Las lluvias de Castamere". 

Una tarde julio, después de comer, me dispuse a ver mi episodio de Juego de Tronos así que me tumbe al revés en la cama poniendo el ordenador donde deberían estar los pies y escuche la ya tan amada intro de la serie sin saber que cuando terminase ese capítulo ya no podría verla con los mismo ojos. 

Fuente: Photobucket
Fuente: Imgur
El capítulo iba bien, que digo iba ¡extremadamente bien! Por fin iba a llegar mi tan ansiado reencuentro de Arya con su familia (la pobre llevaba practicamente toda la serie sola y ¡era solo una niña!, aunque me da que a este paso ya no vuelve a ver a alguien de su familia hasta que se acabe la serie). Los demás acontecimientos del capítulo no me parecían tan interesantes: Bran no me cae especialmente bien y aunque estuvo cerca de reunirse con Jon Nieve no lo consiguió y este último ni se enteró de que andaban cerca porque como diría Ygritte "You know nothing, Jon Snow" y la trama de Daenerys pasa bastante inadvertida. Por otra parte de la trama de la matriarca Stark con el nuevo "rey en el Norte" solo me interesaba el hecho de que se reuniesen con Arya porque la boda realmente me interesaba tanto (gran error). 

La boda comenzó y Arya con un poco de suerte llegaría al baile cuando empezó a sonar la canción de la desgracia, el himno de los Lannister, la sinfonía que daba nombre al capítulo: "Las lluvias de Castamere". Y desde el momento en que empezó (y yo pegué un brinco fuera de la cama que casi tira el ordenador) no pude parar de llorar (sí, sé que soy una exagerada pero soy demasiado empática con todo y me hacen llorar hasta los anuncios de Coca Cola, y no es broma). Definitivamente yo no estaba preparada para lo que iba a pasar.

Fuente: Buzzfeed

Realmente después de ver tanto vídeo de la reacción de los fans sigo pensando que la mía fue aún más exagerada, tanto que tuve que detener el episodio tras la muerte de mami Stark porque ya casi no veía la pantalla con tanta lágrima. 

Y aún me pregunto ¿realmente era necesario? ¿había que cargarse a medio reparto? ¿no podían haber dejado a nadie para que cuidara a la antes pequeña Arya? Necesité dos días de descanso para poder ver el final mientras intentaba recuperarme de lo ocurrido. 

Fuente: Imgur
La muerte de Ned fue un shock, al fin y al cabo era el protagonista ¿no?, pero el espectador pudo entender que eso fue el verdadero desencadenante de la acción ya que sino muchos se habrían quedado parados viendo como Joffrey sustituía a su "padre"; sin embargo, estas muertes eran innecesarias (bueno tal vez la de Rob no, había que hacer limpieza de reyes), solo sirven para hacerme sufrir. Si algo he aprendido con Juego de Tronos es a no encariñarme con los personajes porque la fórmula de G.R.R. Martin es "Personaje que gusta = Personaje que mata" y realmente de eso iba la última temporada ¿no?: "All men must die, Valar Morghulis".

Pero es hora de secarse las lágrimas y continuar con la aventura porque aún quedan muchos altibajos en la serie y me da a mi que muchas lágrimas por derramar. 


Fuente: Tumblr
Así que mientras esperamos a la siguiente temporada solo queda intentar recordar ese capítulo buscando algo para animarlo un poco como por ejemplo imaginar que habría pasado si Joey Tribbiani hubiera estado ahí. 

Fuente: Giphy

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